Agradecimientos
A la vida silvestre nativa de CU y al Pedregal, por las enseñanzas cotidianas que nos ayudan a recordar que somos parte de un todo.
Al Dr. Jerzy Rzedowski ya que sin su investigación, publicada en 1954, la conservación del Pedregal de Ciudad Universitaria no hubiera sido posible.
A todas las personas que en los años 80 se involucraron para que se lograra el establecimiento de la Reserva Ecológica de Ciudad Universitaria en 1983.
A los responsables académicos de la REPSA, el Biól. Ariel Rojo (1989-1996) por su empeño y dedicación en la protección de la Reserva en sus primeros años de existencia, sin todo el trabajo realizado mucho de lo que hoy existe no se habría mantenido; al Dr. Zenón Cano Santana (1997-2005), por su compromiso e incansable labor por formar seres humanos habilitados para descubrir, conocer, investigar, amar y proteger al Pedregal.
Al Comité Técnico de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel por su colaboración en el resguardo del ecosistema nativo de CU.
A Luis Zambrano, Secretario Ejecutivo de la REPSA (2013-2018) por su labor y empeño en la protección del ecosistema y por promover, junto con Rubén Rojas la realización de la primera propuesta del Programa de manejo de la REPSA.
A Anibal Huerta por compartirnos su experiencia en torno a la realización de los Planes de manejo de las Áreas Naturales Protegidas de la Ciudad y ayudarnos a identificar la pertinencia de hacer algo ad hoc para esta Reserva.
A Iván Constantino Sánchez, por aportar la teoría base para posibilitar el abordaje de la complejidad del manejo de la Reserva.
A todas las personas que han participado como asesores de Colaboradorus REPSA: Antonio Torres, Genoveva Villalobos, Gustavo Hernández, Ubaldo Márquez, María del Pilar Ortega, Irama Núñez, Zenón Cano, Silvia Castillo, Irene Sánchez y Néstor Tunal.
A todas las personas que han participado en Colaboradorus REPSA, desde antes de la implementación del programa hasta el 2021, su colaboración como voluntarias, servicios sociales, estancias de rotación y asesoras, no solo nos nutre y nos motiva para realizar el manejo de la REPSA sino que nos alienta a hacerlo de la mejor manera posible.